Si quieres desmotivar a tus mejores empleados por alguna extraña razón, o quieres conocer cuáles son las formas de desmotivar empleados para no hacerlo, te comentamos 10 de las mejores formas de desmotivar a trabajadores en las empresas.
- Matarlos de aburrimiento. Uno de los principales factores que llevan a que los trabajadores pierdan la motivación, y que por tanto tras varios meses en el mismo puesto se desmotiven, es el aburrimiento. Los empleados empiezan a conocer la misión, visión y valores de la empresa, su forma de trabajar, sus características y desarrollan mucho su trabajo, pero acaban aburriéndose. Para conseguir que esto no sea así hay que buscar estimular, desafiar, motivar, hacer algo diferente que mantenga a los empleados con la ilusión de los primeros días.
- La falta de comunicación. No decirles que pasa en la empresa, comentarles detalles importantes para que hagan mejor su trabajo, no comunicar las crisis, no valorarles ni tener en cuenta sus opiniones. Si la comunicación falla en la empresa (y en cualquier lado) hay un gran problema, y aún así en muchas empresas se es reticente a comunicar cosas a los trabajadores.
- El agotamiento, el exceso de trabajo. Por mucho que se quieran hacer bien las cosas, llega un momento en que si hay mucho trabajo no se disfruta de él, e incluso puede llevar a tensiones y estrés que incidan negativamente en el estado de ánimo de los trabajadores.
- Un mal clima laboral. Si se propicia un clima laboral inadecuado, o no se esfuerza por mantener un buen clima organizacional, los trabajadores se sentirán afectados en este aspecto. De hecho, es uno de los principales problemas de motivación de los trabajadores, especialmente de los más valiosos. Aunque sea indirectamente, por falta de motivación de otros.
- Con un mal jefe. Pon un mal jefe, o un superior inadecuado, al frente de los trabajadores, y te darás cuenta de que, aunque tengas los mejores trabajadores de toda la zona, los resultados de tu empresa no son los esperados.
- Castigar duramente a los trabajadores que se equivocan en lugar de decirles que pueden correr riesgos y no pasa nada si alguna vez erran. No dejar que se equivoquen intentando conseguir algo mejor en su trabajo para la empresa.
- No crear una buena política salarial, haciendo que personas con una misma carga de trabajo cobren distinto, o que personas con mayor trabajo cobren menos que otras. Si los empleados se sienten infravalorados en su sueldo, especialmente los más valiosos, acabarán queriendo irse a una empresa que los valore o rindiendo lo mínimo dentro de lo normal.
- No pensar en los trabajadores. Si un empleado valioso que rinde más que los demás incluso con menos tiempo necesita conciliar su vida familiar y laboral por alguna razón, si necesita aumentar sus conocimientos o hacer algún curso, si requiere un día libre, si tiene alguna exigencia que no cueste mucho a la empresa, y se le deniegan sus pretensiones siendo estas razonables, se acabará desmotivando.
- No motivar a los empleados. A veces hay que hacer un esfuerzo mayor para mantener la motivación de los trabajadores, e incluso aunque no haya ningún problema es un aspecto importante.
- Crear falsas expectativas o no favorecer su crecimiento dentro de la empresa. Cuando un trabajador hace bien su trabajo y se queda atrás mientras otros que llegan después ascienden en la empresa; si se le promete a un empleado que pronto ascenderá y no se cumple; los trabajadores se resienten de ello.